
Muchas historias se pueden contar de este singular personaje, pero como de todos es sabido: que el tipo ha sobrevivido, ¡ha sobrevivido!
Pero en esta publicación sólo haremos referencia a la historia de su nacimiento:
Dicen las buenas lenguas que este GOnZApez es de los primeros niños índigos que llega a este planeta; para los que no conocen el concepto aquí va una breve descripción: En el caso de los llamados niños índigo, los creyentes afirman que su aura tiende a mostrar colores añiles o azules, lo cual creen manifiesta un nivel espiritual más avanzado.
Pero como los GOnZApez nos caracterizamos por ser bien terrenales, aquí va el único hecho real que da fe de este singular don.
Cuenta la historia de su nacimiento que fue antes de lo esperado: era para los primeros días de mayo, pero irrumpió un mes antes. Pero el tipo se las traía; la cosa fue con harto cuento, pero después de dar aviso que venía, esto fue la noche primera de abril, nace después de la hora diecinueve del día siguiente. Resultado de todo esto y de dar vueltas y vueltas para encontrar la salida, se enredó en su propio cordón y dejó de respirar, procediéndose en consecuencia a una CÉSARea de urgencia, al mejor estilo del emperador de Roma. Raya pa’ la suma: el Test de Apgar da como resultado 0. Y a esta cosita la conectan a cuanta máquina encuentran; a los diez minutos vuelve a respirar y ya nadie para al gran Nicolás. Lo llevan a la incubadora y su padre lo va a conocer; su madre no lo puede ver y le pregunta a su amado marido:
– ¿Y como es?
– Es bien liiiiinnnndo. ¡Tiene las patitas azules!
Que el niño nació azul, de eso no hay duda!!!
Ahora, este GOnZApez, ansiOSO, cariñOSO, amorOSO, golOSO, y tremendamente talentOSO, conecta su alma, su mente y sus manos, transmitiendo paz y una inmensa capacidad de amar.
Bien lo sabe su amada María Francisca, a quien eligió para caminar juntos el resto de su vida.
A veces también despierta el OSO que lleva dentro.
Qué susto!!! . . . Zar Nicolás.