Absolutamente incapaz de distinguir la verdad de la ficciónuna historia inverosímil, pero cierta les cuento con pasión.
Se trata del gran pescado, con exageración incluida,
que en el Río Bueno fue capturado.
Poeta nunca he sido, más bien pescador .....y de los buenos....
desde la más tierna infancia con un clavo por anzuelo.
Crecí entre sedales y señuelos, soñando con el GRAN pez,
que algún día habría de llegar, como premio a tanto esfuerzo, levantada temprano, y paciencia de mi compañera de vejez.
Fue un gran día, año 2001... marzo diez,
picó como una roca, fui incapaz de retenerlo,
se fue río abajo por dos horas y dió todo lo que pudo
hasta que en pelea leal se rindió.
Seis piscolas al hilo me gané
el trabajo fue arduo y el cansancio también,
más los nervios y la emoción me hicieron inmune al alcohol,
todo fue celebrar que por fin el GRAN pez llegó.
Desde entonces adorna nuestra sala de estar,
ninguna visita se salva
de admirar el pescado y escuchar
la historia que termino de contar.
Hernán Pfeifer Frenz


